Guía del Gato
Gatos Huérfanos
Se considera gatitos huérfanos a aquellos que carecen de atención materna suficiente para sobrevivir, entre el momento del nacimiento y el destete, aunque la madre continúe viva y saludable.
En estas circunstancias es preciso satisfacer las necesidades fisiológicas que normalmente brinda la madre, y que son: humedad, nutrición, inmunidad, aseo, seguridad y estimulación social.
Esta tarea puede estar a cargo de una gata nodriza o de una persona que deberá velar por las necesidades del gato.
La importancia de la temperatura
Los recién nacidos deben permanecer en todo momento en un ambiente cálido, sin corrientes de aire y sin cambios bruscos de temperatura.
Las incubadoras son ideales, pero pueden remplazarse por cestas o cajas de cartón con una base acolchada, absorbente y abrigada.
Pueden utilizarse para este objeto restos de colchas, chalecos o toallas y una bolsa de agua o guatero con agua tibia (bien envuelto y cerrado) para mantener una temperatura constante.
Sobre este aspecto debemos recordar cambiar el agua tibia de la bolsa periódicamente.
Los recién nacidos, durante las primeras 4 primeras semanas de vida no regulan la temperatura. Suelen acurrucarse junto a la madre, lo que crea un microclima óptimo que los protege de los cambios ambientales y disminuye la perdida de calor. Los huérfanos no cuentan con esta ventaja, por lo tanto son más sensibles al entorno y susceptibles de contraer enfermedades.
Sin la madre, el recién nacido puede experimentar hipotermia (baja de temperatura), que lleva a insuficiencia circulatoria y a la muerte.
Debe suministrarse calor artificial para mantener una temperatura constante. Si hace frio, es necesario contar con una estufa para calefaccionar la habitación donde se encuentren los pequeños, pero no la acerque mucho a los pequeños ni la ponga a máxima potencia porque podría causar acaloramiento, que provocaría deshidratación.
Necesidad de contacto
Las crías huérfanas a menudo satisfacen sus necesidades de contacto y cercanía con la madre, mamándose y lamiéndose entre ellos.
Para prevenir lesiones en la piel, y si esta actitud es muy marcada, es aconsejable separarlos, aun cuando de este modo se disminuye la temperatura y humedad de su entorno y la estimulación social mutua.
Esa última necesidad puede suplirse manipulando en forma breve pero regular a los animalitos (acariciándolos suavemente).
Si el gatito no recibe estimulación social se tornará agresiva, tímida, huraña y no se desarrollara su sentido de exploración.
Debemos considerar que el contacto con sus hermanos puede compensar la ausencia de la madre. Por lo tanto, es preciso determinar si los beneficios de la separación justifican los posibles trastornos conductuales.
Los gatitos adquieren inmunidad pasiva a través del calostro (la primera leche de la gata) y a través de la leche materna. Si es posible, los recién nacidos deben recibir calostro o leche en las primeras 12 a 16 horas de vida.
En los huérfanos el peligro de infecciones aumenta, de modo que la higiene es fundamental.
No deben exponerse a animales adultos (perros u otros gatos) ni agruparse con otras crías.
Todos los utensilios utilizados en el aseo y alimentación de los gatitos deben mantenerse muy limpios, pero sin utilizar productos muy fuertes para la desinfección. Quienes cuidan a los pequeños deben lavarse bien las manos antes de manipularlos.
La micción y la defecación voluntaria solo se logran a partir de las 3 semanas. Hasta ese momento dependen de la madre quien activa el reflejo correspondiente. Los cuidadores deben estimular a los gatitos, después de alimentarlos, frotando con suavidad la región anal con un algodón o un paño humedecido.
Si esto no se realiza los gatitos no defecarán ni orinarán en forma autónoma, pudiendo enfermar gravemente.
Antes de tomar la decisión de separar a la madre de las crías, un Veterinario deberá determinar las causas del abandono y si es posible reintegrar a los gatitos junto a la gata. El abandono puede deberse a malformaciones de los gatitos, hipotermia (frio excesivo), mala alimentación de la gata, stress, deshidratación, madres primerizas, etc.
Sólo el Veterinario está capacitado para determinar que acción hay que seguir en cada caso de abandono.
La alimentación
Los huérfanos deben alimentarse por lo menos 4 veces al día, pero los recién nacidos muy pequeños o débiles podrían requerir alimentos cada 2 a 4 horas y los animalitos más grandes, cada 4 a 6 horas.
Es importante mantener una rutina de alimentación estable y que los gatitos no pasen muchas horas sin comer. En condiciones normales, los cachorros y gatitos de 1 a 2 semanas de vida que reciben cuatro a cinco raciones diarias satisfacen más del 90% de sus necesidades.
Los sustitutos de la leche de gata deben calentarse a 38°C y suministrarse con lentitud, mediante biberones pequeños o especiales para animales huérfanos (los venden en las Veterinarias y tiendas de mascotas).
Trate de darle tiempo a cada gatito para comer y no lo fuerce a tragar rápido. Al igual que con los bebés humanos, es conveniente acariciar su lomo suavemente para que expulsen el aire acumulado al comer.
Los alimentos fríos, la administración rápida, o la sobrealimentación podrían causar regurgitación, aspiración, distensión y diarrea. Si aparece cualquier signo adverso, es decir: los gatitos no comen, tienen diarrea constante, vomitan o adelgazan a pesar del alimento, es necesario consultar con el Veterinario.
Si se observa diarrea suave, hay que reducir el volumen de la ración o diluir el alimento con agua, luego se debe incrementar en forma gradual para cumplir con los requerimientos calóricos.
No sobrealimente a los gatitos, podrían enfermarse. Durante las dos primeras semanas de vida, los gatitos deben evaluarse a diario. Deben estar bien hidratados, dormir sin sobresaltos, y aumentar de peso en forma normal. Es importante registrar la vigilia (período en que están despiertos), la succión, el comportamiento general, la temperatura corporal, el peso y las deposiciones diariamente o más a menudo si se advierte debilidad o apatía o cualquier signo extraño y preocupante.
Ellos no pueden orinar ni defecar sin ayuda, la madre los estimula lamiéndolos.
Cuando el gatito haya eructado, acariciaremos la zona genital con un algodón apenas humedecido en agua tibia, copiando los lametazos de la madre para que puedan despedir los productos de desecho.
Recién a las tres semanas salen del canasto, y cuando cumplen cuatro semanas están listos para usar la bandeja sanitaria con piedritas o arena para sus deposiciones
Si estás en la búsqueda de un gato de raza ya sea porque quieres un gato de competencia o porque las características de ciertas razas son compatibles con tu estilo de vida, ten cuidado a quién le compras el minino. No todos los que se anuncian como "expertos" realmente saben de gatos.
Por dinero o por amor
Los vendedores de gatos de raza se dividen en dos clases: los que crían con cariño y orgullo para evitar la extinción de la raza y los que crían porque es dinero fácil. En papel o en pantalla es difícil decidir, es por esto que antes de comprar debes investigar el lugar, los gatitos y la persona que los vende.
Infórmate bien
• Primero que nada investiga todo lo que puedas sobre la raza que quieres adquirir. Es importante que conozcas sus características principales, pero también enfermedades específicas de la misma. Es tu responsabilidad saber esto para evitar que caigas en alguna trampa y te vendan un gatito enfermo.
• No te enamores del anuncio: Sabemos que los gatos son irresistibles. Un anuncio bien diseñado con su foto espectacular llama la atención, pero no necesariamente quien se anuncia es una persona confiable. Verifica si la gatería tiene otra forma de publicidad como un sitio en internet. Esto te dará más información sobre el lugar y sus referencias.
• Busca un criador con negocio cerca de ti. De lejos todo se ve bien. Pero si tu gatito resulta enfermo o peor aún, fallece en poco tiempo es conveniente saber que puedes regresar al lugar para recobrar tu dinero o adoptar un nuevo gato. Es una forma muy triste de aprender si el criador es real o no dependiendo de cómo trate situaciones como esta. Haz estas preguntas antes de invertir en tu mascota.
Cómo reconocer a un buen criador: conviértete en detective
• Una buena señal de que el criador es legal y responsable es uno que NO tenga los gatitos disponibles todo el tiempo cual tienda por departamentos. Esto significa que se preocupa por la salud de sus gatas reinas (las dedicadas a parir) y no las tiene embarazadas todo el tiempo. Si es alguien con buena reputación y estás decidido a que quieres una mascota de esa raza específica de seguro valdrá la pena esperar un poco.
• Alguien que se dedica a la cría de gatos de raza te dará un gato saludable, sociable, con sus papeles, vacunado y esterilizado. Si no llena alguna de estas categorías, busca a otro.
• No te dará al gato antes de que éste cumpla sus 12 semanas. Las primeras semanas de vida del gatito son importantes no sólo porque su mamá los alimenta, también desarrollan su personalidad y su instinto sociable. Un gatito vendido antes de ese tiempo será uno escurridizo y nervioso. Si estás invirtiendo tanto dinero en tu mascota ¿no debes comprar una que quiera jugar contigo?.
• Los gatos se ven felices: Este es el dato más importante. Un gato contento y saludable es uno sociable que tratará de buscar juego contigo. El criador real trata a los gatos como si fuesen sus mascotas. Si notas que los gatos se muestran demasiado asustadizos y no se ven bien alimentados, vuelve a tu búsqueda.
• Debe ser un experto en la raza que vende. Esto significa que es capaz de contestar cualquier pregunta que tengas sobre el minino sin ningún problema. Esto incluye informarte sobre enfermedades o defectos genéticos típicos de la raza y sus consecuencias.
• Como parte de la transacción debe dar la alternativa de devolverte tu dinero si el gatito presenta alguno de estos defectos genéticos o se enferma de gravedad. Definitivamente se preocupa y lo hace por amor no para su bolsillo.
• La gatería está limpia y recogida. Cabe señalar que el lugar quizás huela un poco a orín. Recuerda que el criador tiene gatos machos sin esterilizar para poder seguir la producción y aunque estos tengan buenos modales, el marcar territorio es difícil de controlar.
• Infórmate sobre el gatito escogido. Pregunta por sus padres y la salud de ambos. Pide pasar a verlos si no están todos en frente tuyo. Si el criador se muestra molesto por esto o insiste en sólo enseñarte el gato que quiere venderte definitivamente hay un problema. Regresa a tu búsqueda.




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